El alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, anunció que a partir del año 2035 estará prohibida la venta de vehículos a gasolina, como parte de las acciones que se han adelantado desde hace dos años para mitigar el cambio climático en la Ciudad. El anuncio lo hizo durante su participación en el Clinton Global Initiative.
“Con esta decisión buscamos no solo reducir los gases de efecto invernadero en el planeta que son los causantes del calentamiento global, sino inspirar a otros ciudadanos, territorios y gobernantes del mundo a sumarse en este propósito que nos debe unir a todos con el ánimo de salvar a nuestro planeta y la humanidad”, explicó el Mandatario distrital.
La decisión, basada en la crisis climática que atraviesa el mundo y cuyos efectos han sido evidentes en el aumento de las lluvias en el Distrito, se cimentó en que la Ciudad ha vivido un aumento en los casos de enfermedades respiratorias desde el año 2020, cuando se registraron 439.269 casos y, entre enero y abril de 2022, la cifra anual de esta patología ya ascendía a 104.742. El resultado de esto es que el 9% de las muertes naturales en el área metropolitana del Valle de Aburrá están ligadas a enfermedades producidas por la contaminación atmosférica.
Además, se tuvo en cuenta que en la capital antioqueña y en los municipios que conforman su área metropolitana se estima que las fuentes móviles representan el 82% de las emisiones, mientras que el 18% obedecen a las fuentes fijas, por lo cual es necesario que las autoridades tomen decisiones hacia la promoción de una movilidad alternativa con el uso de transporte público, la bicicleta o la caminata como ejes.
El decreto que establece esta decisión en el Distrito contempla además la creación de una Mesa Técnica de Adaptación Climática cuyo objetivo será desarrollar las acciones tendientes a desincentivar el uso de vehículos a gasolina.
Medellín tomó el antecedente de países como España, donde desde el año 2021 se emitió una ley que prohíbe la venta y compra de vehículos de combustión interna para el año 2040, y de paso acató las recomendaciones que durante años ha realizado la Organización Mundial de la Salud a gobiernos locales y nacionales de todo el mundo.