Con preocupación recibió el concejal de Medellín, Nicolás Albeiro Echeverri Alvarán, el informe entregado por el Área Metropolitana sobre el incumplimiento de los automotores a diesel con la Norma de Emisión de Gases.

 Según el estudio, el 90% de los automotores a diesel confrontados por el Área Metropolitana, no cumple la norma pese a tener certificado técnico mecánico y de gases vigente. Por eso se pregunta el concejal conservador: ¿Quién está expidiendo los certificados? ¿Qué ética puede tener un empresario que se atreva a jugar con la salud de los habitantes de Medellín al expedir una certificación  sin que el vehículo cumpla con los estándares de calidad, señalados por el Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial?

Echeverri Alvarán  recuerda que entre 2005 y 2008 murieron en Medellín 521 personas por enfermedades respiratorias. De acuerdo con un estudio realizado por la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Antioquia,  en los últimos 25 años creció el cáncer de pulmón de 11,8 a 20,6%. La gente en Medellín tiene un 160% más de congestión nasal y un 81% más de ardor en los ojos, debido a la contaminación del aire.

 El concejal Echeverri asegura que el transporte terrestre en la ciudad participa con un 86% en la contaminación del aire. Por eso se cuestiona: ¿Dónde está el compromiso de los conductores, de los empresarios del transporte, quienes saben que un vehículo bien sincronizado trabaja eficientemente y reduce las emisiones de gases, y sin embargo acuden a empresas “piratas” para la expedición del certificado de gases?

 Dice el “econcejal”, como es conocido Nicolás Albeiro Echeverri, que la responsabilidad no sólo es de la Alcaldía de Medellín, a la que hay que reconocerle sus ingentes esfuerzos para lograr que el aire que respiran los habitantes de la ciudad sea cada vez menos contaminado. No basta sólo con el Convenio entre Ecopetrol y el Municipio para mejorar la calidad del diesel.  Es necesario que la comunidad tome conciencia. Se necesita el concurso de todos para disminuir la contaminación ambiental. Los ciudadanos deben hacer un uso racional del transporte privado, los industriales deben implementar programas de producción más limpia, reconvertir el vehículo a GNVC u otro combustible limpio.

 “Vivimos  en un valle muy estrecho que impide que los vientos circulen,  lo que hace que toda la contaminación se concentre y se convierta en el aire que respiramos”, concluye el Concejal.