Por: Edwin Alejandro Franco Santamaría
Lo he dicho en anteriores ocasiones: quienes mejor representan nuestro país en el exterior son los deportistas y los artistas, van por el mundo entero triunfando, mostrando lo mejor de ellos y del país, es tan larga la lista de estos eximios representantes o embajadores de Colombia, que cualquiera que se haga se corre el riesgo de dejar por fuera a muchos de ellos. En el ciclismo, el fútbol, el boxeo, la halterofilia, el atletismo, la natación, la música, la moda, la pintura, la escultura y en otros campos se destacan nuestros compatriotas, ¡qué verdadero orgullo para Colombia son todos estos héroes!, la gran mayoría de ellos forjados a partir de la adversidad. En este variado grupo de deportistas hay unos que han salido adelante gracias a su talento y al apoyo de familiares y de privados y es así como logran irse a otros países; otros en cambio, igualmente talentosos, necesitan casi que indefectiblemente del apoyo del estado, porque se trata de disciplinas que tienen un funcionamiento y una dinámica distintas a lo que sucede, por ejemplo, en el fútbol y el ciclismo, en los que si la persona tiene talento, fácilmente encuentra patrocinio privado y su futuro inmediato es de absoluto éxito, pero no ocurre igual con disciplinas como la halterofilia, el atletismo y el boxeo, en los que los apoyos prácticamente dependen del estado, que por ser públicos están sometidos a una serie de variables, como que dependen de la voluntad de un gobernante de turno, que si no tiene mucha inclinación por el deporte o si no comprende la dimensión de lo que ello representa, poco o nada hará al respecto y ello se traduce necesariamente en menores recursos. Pero también hay que decirlo, lentamente se han ido concientizando algunos dirigentes políticos y ha habido algunos avances, tantos que gracias fundamentalmente al apoyo público, Colombia logró en las pasadas olimpiadas 8 medallas, superando las que se habían conseguido en Londres 2012 y la consigna es superar esa cifra en Tokio 2020.
Es por esto que causa tristeza y desazón y así lo hizo saber Coldeportes cuando en días pasados se enteró que el presupuesto que el gobierno nacional destinará a la entidad el año entrante será la tercera parte de lo que ha tenido en los últimos años y gracias a lo cual es que Colombia ha conseguido un importante papel en las últimas olimpiadas. La miopía de este gobierno es evidente, a lo que es orgullo patrio, que debiera ser una prioridad para que cada día fuera mejor le quita recursos, en este tipo de programas, evidentemente necesarios, no deben escatimarse recursos y por el contrario, deben aumentarse cada vez más, en estas materias no se admiten puntos medios, el volcamiento estatal hacia estos patrocinios debe ser de total resolución, y debiera de llegar un gobernante para que políticas de esta naturaleza sean una prioridad y se conviertan en políticas de estado, como las hay en otras materias y como las tienen otros estados. No estaría de más, como ya se ha propuesto en el pasado, y a fin de que esto se erija en una política de largo aliento, que le de muchas satisfacciones al país, que por fin se comience a materializar la idea de la creación de un ministerio del deporte, de verdad que hace mucha falta.