Diego Calle

Por: Diego Calle Pérez.

La propuesta de un nuevo ordenamiento territorial para Colombia cada día se hace más necesaria, entramos a un contexto social acorde a las realidades que se viven con los acuerdos de paz. Es un tema que muchos presidentes lo han tenido muy presente, pero ninguno se atreve a tocar los callos de senadores y diputados. Cuando el hoy senador Uribe, siendo presidente, toco el tema salieron troyanos a ocultar el tema en pasillos del capitolio nacional.

De los 1.122 municipios registrados en el DANE, 590 municipios tienen problemas de financiación y muchos subsisten por las regalías, -el predial y comercio- no les alcanza ni para los viáticos del alcalde y los compromisos con los concejales en sus pagos y demás arandelas que se han ido modificando, hacen cada vez más inviable el sostenimiento administrativo.

Algunos alcaldes se inventan lo que no presentaron en su plan de gobierno y siguen haciendo puentes donde no hay ríos y hacen muros de gaviones donde no hay carreteras. Las capitales de los 32 departamentos destacan que el centralismo las limita en sus inversiones y siguen llevando la delantera ciudades como Medellín por tener las Empresas Públicas, que le inyectan cada año un billón al presupuesto y Bogotá por ser la metrópoli con un presupuesto que no es suficiente para la concentración urbana que crece cada 4 años.

El ordenamiento territorial fue de los temas que seguramente tocaron con detalles en los diálogos de la Habana, pero poco dejaron filtrar los comunicados de radio y prensa. Es un tema que técnicamente se debe abordar para no despilfarrar más del presupuesto nacional. Se puede abordar desde las diferentes disciplinas de las Ciencias Sociales de las cuales son expertos los miembros del secretariado de las FARC-EP, es un tema para debatir con argumentos desde los modelos Europeos que tanto gustan en Macondo y dónde la conclusión se puede adelantar: El municipio con mejor presupuesto se traga al pequeño que vive y subsiste porque lo nutre el presupuesto centralista. Ordenar para planificar los territorios que cada día se desarrollan en áreas metropolitanas y provincias.