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Por: Luis Pérez Gutiérrez.

El hambre es la violencia más despiadada contra el ser humano. En Colombia se convive, sin ninguna misericordia, con el hambre de la gente. Por ley, debe ser obligatorio que cada municipio de Colombia tenga un Restaurante Humanitario que funcione todos días, así como le llega el hambre a la gente. El Restaurante Humanitario debe ser obligatorio por Ley, como un derecho fundamental para los que tienen hambre. Municipio que no tenga restaurante humanitario puede sancionar a su alcalde. Para su buen funcionamiento debe tener aportes de Nación, departamento y municipios; y ojalá el sector privado; y además, aporte en trabajo de los beneficiados. Asimismo, los ciudadanos pueden ayudar con su trabajo a la elaboración técnica de los alimentos.

La FAO (2022) asegura que Colombia está en riesgo de sufrir Hambre Aguda. Así como en un municipio hay hospital y escuela, también debe ser obligatorio tener un restaurante humanitario.

La informalidad y el rebusque azotan el país. Millones de adultos mayores sobreviven de milagro por la misericordia y la caridad. Los Habitantes de la calle, se ahondan en su abandono por el hambre. Miles de personas en discapacidad sin esperanzas. Hay señales negras de que el hambre atrae males como la inseguridad y la violencia.

Por el hambre colectiva, el orden público se puede deteriorar hasta niveles incontrolables. Con hambre es muy difícil ser buen ciudadano. El hambriento no acata normas ni puede creer en la justicia. El hambre lleva a la desesperación humana, y puede traer actos delictivos masivos. El hambre colectiva desata locuras colectivas incontrolables.
Dicen que cuando hay hambre masiva todos se pueden volver criminales.

Muchos colombianos mueren por hambre o por enfermedades derivadas del hambre. Una muerte por hambre es un homicidio del régimen; las muertes por hambre se pueden asemejar a vergonzosos.

La libertad de morirse de hambre no puede ser un principio que tolere un estado democrático. Con hambre no existe la libertad; y tampoco la legitimidad de un gobierno; toda legitimidad queda diluida en los corrosivos ácidos del hambre.

Los Restaurantes Humanitarios para cada municipio serán un acto de justicia para matar el hambre. El hambre es el peor acto criminal contra el ser humano.