La Verdad, principio básico del Periodismo, está siendo absorbida por la Posverdad. Con motivo de las reflexiones en torno al Día Clásico del Periodista, que se celebra este 9 de febrero, la Verdad será llamada a gritos, quizá infructuosamente, porque ya no es del interés de muchos periodistas.
La posverdad tiene alterada la verdad.
Sin embargo, la Asociación de Periodistas de Envigado -APE- insiste en seguir haciéndole un homenaje a la “Verdad”, como principio básico del Periodismo, a través de la entrega del Premio a la verdad. Sobre ello llamé la atención al recibir este reconocimiento de la APE, con motivo del Día Clásico del Periodista:
La posverdad no significa que la verdad desaparezca, pero la difumina mediante la manipulación de la información, la desinformación y las burbujas de opinión con intereses, sin argumentos y sin fundamento, que encuentran aceptación y eco en una opinión pública caracterizada por sesgos cognitivos, lo que se impone sobre el razonamiento y la lleva a priorizar los discursos emocionales y sesgados, en lugar de evidencias verificables.
Javier Darío Restrepo, el padre de la ética periodística en Colombia y Latinoamérica, sostenía que la verdad es el principio fundamental del periodismo y su razón de ser. Sobre la verdad de los hechos y la verdad del periodista, Javier Darío decía que los hechos existen por sí mismos, pero el periodista debe esforzarse por aproximarse a ellos con responsabilidad y transparencia, evitando sesgos o manipulaciones. Y advertía que el periodismo que se aleja de la verdad, ya sea por intereses políticos o económicos, pierde su credibilidad y traiciona su función social.
¡Feliz día para los periodistas que aún son fieles a la verdad!