El premio de Periodismo “Manuel del Socorro Rodríguez” del Club de la Prensa de Medellín, en la categoría “A la Vida y Obra”, fue para Julio Betancur Carrillo. 60 años de vida periodística que nos resume en las palabras de agradecimiento a la Junta Directiva, al Club de la Prensa y a la sociedad antioqueña que lo ha escuchado y lo ha leído.
Este es Julio Betancur Carrillo:
“Lo primero: el recuerdo a mi Madre Carmen Carrillo y a mi amor de 42 años Elvia Lotero, siento sus presencias con un montón de amigos que se me marcharon a lo largo de los últimos años…
El adulto mayor de 76 años que hoy recibe esta, la más grande distinción del Club de la Prensa de Medellín, el Premio Vida y Obra Manuel del Socorro Rodríguez, alguna vez fue un niño, que aprendió a leer a los 9 años, porque la escuela pública solo recibía a quienes tenían cumplidos 8 años y yo soy de septiembre…
Y en esa pobreza la Señorita Pepa nos enseñó a leer, escribir, sumar y restar a 40 niños en la Escuela Miranda.
Desde ese momento se abrió el espacio de los libros, el Bibliomóvil de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina, cada semana llegaba con las ventanas al mundo con todos los clásicos de la literatura infantil y juvenil, con Tom Sawyer, La cabaña del Tío Tom, Emilio Salgari con Sandokán; todas las obras de Julio Verne; Robert Louis Stevenson, con la Isla del Tesoro.
Y solo a los 13 años mi madre me regaló el primer radio de dos bandas, que servía para escuchar la radio de los años 50ª local y la onda corta con La Voz de América, Radio Habana Cuba.
Las matinales del cine dominical nos deslumbraron en la pantalla grande; la televisión en casa del vecino más rico con pantallas de 17 y 21 pulgadas y un solo canal.
El Instituto de Cultura Popular, hoy el ITM, me brindó las herramientas de aprender mecanografía en máquina Olivetti, además de nociones de ortografía y contaduría pública…
Fui mensajero, zapatero -mi padre fue artesano del calzado- mi madre quería que fuera ebanista como ella, de salario mínimo y esclavitud de 12 horas al día lunes a sábado.
Me escapaba a Ecos de la Montaña, 1960, allí un argentino Humberto Vilchez Vera fue mi primer maestro, -el padre de las Vilchez. Firmé mi primer contrato con Caracol sin cumplir 17 años, llegué hasta la dirección de Radio 15, tres años después; productor musical de Sonolux.
Realizamos el récord en 2 años con más de 100 funciones matinales dominicales con artistas en vivo en el gigante Teatro Junin; nos fuimos al Coliseo Cubierto, con mi socio Miguel Zapata Restrepo y 6 espectáculos en 2 años.
Con Don Ramón Ospina Marulanda, me lance a la aventura de las revistas: fui el subdirector de” Los Toros” y a la vez dirigí “Ritmo Joven” con Don Ramón como subdirector… Se vendía como pan la revista a $2 pesos.
Cambié todo a mis 21 años, por empezar de ceros como aprendiz de periodista en el noticiero Último Minuto de Oscar Rincón Noreña.
Mis maestros están en la loza al lado de la Llama Eterna: Gildardo García Monsalve, Juan Roca Lemus Rubayata y de allí con Oscar Rivera Acosta y John Fonnegra, Noticiero La Verdad.
César Perez Berrio, llegó a la dirección de Radiosucesos RCN, me invitó combinaba mi labor de reportero en el periódico El Correo con mi enorme maestro Adolfo León Gómez… Allí estuve 3 años.
La vida me dio la oportunidad de seguir ascendiendo, paseé por la cadena Super; fui a Todelar, viajé 25 años al aeropuerto José María Córdova y establecí un nicho de información que me sirvió para reestructurar la ColumnaVIP de El Colombiano, allí estuve 16 años, más 6 años en El Mundo.
Recorrido por Caracol 2ª etapa y 2ª etapa este siglo en RCN… Además de mi paso por Noticias Dia y Noche hoy Hora 13 de TeleAntioquia.
Le aprendí a Humberto López López, la obligación de estudiar, estudiar y estudiar… Ahora más que nunca, como decía Juan Luis Mejía Arango, humanista educador y exrector de EAFIT, el 20 de febrero del 2017 cuando habló de la Curva de Stanford. Las eras de la humanidad… La primera era duró 1.750 años, cubre desde la destrucción del a biblioteca de Alejandría hasta el Renamiento.
Luego la humanidad empieza a acelerar la Curva de Stanford, viene el Siglo de la Razón, el Siglo de las Luces… Ya se duplican las Eras cada 150 años; el acervo de conocimiento de la humanidad venía creciendo cada 4 años y desde el pasado año 2020, cada Era según la curva de Stanford. ya es cada 72 días…
¿Y para dónde vamos? La Curva de Stanford señala duplicación del conocimiento cada 23 horas…
El periodismo será un oficio, o profesión que seguirá necesitando la humanidad, por ello mi mensaje a los jóvenes que empiezan, sigan nuestra huella y superen metas, el mundo es de ustedes, pero recuerden no abandonar lo más importante en el periodismo, la Ética.
Las nuevas generaciones de comunicadores ya pueden transitar por las autopistas del conocimiento que nosotros no tuvimos, en nuestro proceso educativo y sigue adelante toda una evolución que hoy es virtual y transformadora.
Jóvenes, las audiencias están ahí, hay que afinar nuevos métodos cautivadores, entenderlos y llevarles la información sin distorsión.
Hoy solo tengo un arrepentimiento como periodista, lo confieso públicamente…
En su momento me llamaron mis hijas, primero Lina, desde Cali:
Me dijo -Papi, ya definí que quiero estudiar… Voy a ser comunicadora social periodista.
Yo le respondí: – Otra pobre en la familia.
Igual ocurrió con Daniela mi hija menor, me dijo: -Papi, voy a ser comunicadora social periodista… Respuesta- Otra pobre en la familia.
Que daño les pude haber causado, pero, se superaron. Hoy Lina Betancur, además de exitosa comunicadora social periodista, es Magister en Mercadeo.
Daniela Betancur, también comunicadora social periodista, al lado de su compañero Felipe Loaiza, ha evolucionado hacia la producción gráfica y audiovisual y también es exitosa, con publicaciones y videos nacionales e internacionales.
Hoy, mi mensaje a los jóvenes, después de mi Mea Culpa, por favor que no se dejen cortar sus alas… A volar alto, el mundo es de los que se atreven a superar a desafiar las altas cumbres y coronar imposibles.
Hoy a nombre de todos los colegas periodistas galardonados por el Club de la Prensa, al recibir esta su máxima distinción Vida y Obra, como decía mi amigo Sergio Ignacio Soto…. Gratitud Perenne”.