Por: Balmore González Mira
He venido escuchando desde hace muchos años una queja generalizada de las cifras o valores que se tienen que pagar por las revisiones de los carros nuevos en las concesionarias y que infortunadamente son obligatorias para poder mantener vigente una garantía y lo peor, los usuarios creen que son las mejores y de mayor calidad. También es común escuchar que se diga que al carro solo le he hecho todo en la concesionaria como si este fuera un valor agregado a la hora de avaluar el carro para una venta, el cual hay que desmitificar por lo que contaré a continuación. Omitiré nombres de las empresas por obvias razones, pero es hora de que se haga algún análisis serio sobre el tema y tal vez que una ley proteja a los consumidores con este abuso permanente o “tapao” que a diario se vive en este escenario. En estos casos no se debe acuñar la manida frase de que quien tiene para el whisky tiene para el hielo, pues no siempre quien tiene para comprar un carro cero kilómetros, tiene para pagar esas excesivas facturas de revisión; en el entendido que muchos lo hacen a través de créditos bancarios que tampoco son nada baratos en sus costos financieros.
En mi caso personal, recuerdo que llevé el vehículo nuevo solo a dos revisiones a la concesionaria y los precios cobrados son exageradamente altos y que además facturan sin la certeza de que le hagan lo que allí te dicen porque hay que dejar el vehículo uno o dos días y no te permiten ver que le hacen. Me pasaron una relación de tensión de freno, revisión de pastas y cambio de aceite y otras perlas, por un valor de $600.000 cuando eso en otro lado valdría, para la época, solo $60.000. En cifras más o menos, el costo de la revisión es 10 veces mayor que el que puedes hacer en un taller de confianza, mientras agotas unos kilómetros o un tiempo de uso del carro, sopena de perder la supuesta garantía; dejé de hacerlo porque eran demasiadas las anécdotas y me ocurrió que en un sitio “serio y calificado” de esos, me ofrecieron una batería de otro carro que tenían allá en revisión, para solucionar el problema de corriente del carro que yo llevé. Además un amigo me contaba que algo similar le pasó con un taxi nuevo que compró y que desde la primera revisión dejó de llevarlo a la concesionaria por el excesivo costo de las mismas y según su versión no supo si al carro le hicieron algo o solo una inspección ocular mereció la alta factura; ahora que su carro cumplió los 5 años, no ha tenido ningún inconveniente pero el ahorro en las revisiones sí le representó un valor que logró invertir en otras necesidades.
Una afectada propietaria me pide contar la historia de lo que le sucedió hace apenas unas semanas y que nos deja todos los días más perplejos con lo que podría considerarse una verdadera estafa. Llevó su carro a la concesionaria donde lo compró y donde llevaba más de cinco años haciéndole su mantenimiento; el diagnóstico fatal fue de sensores de oxígeno y válvula y cuerpo de aceleración, más chip de cinturón de seguridad del copiloto malos; lo cual con un valor de $4.300.000 sería recompuesto en aquella casa matriz. Su angustia la llevó a tomar la decisión de reparar el daño y vender el vehículo del cual era la única dueña y al que ni siquiera el primer tendido de llantas le había cambiado, porque el poco kilometraje recorrido, alrededor de 30.000, no se lo había exigido. Escuchó el consejo de alguien que le sugirió pedir un segundo concepto a lo cual accedió milagrosamente, pues solo creía en la concesionaria. El diagnóstico dado, la reparación y costo total fue de $214.000, pues resultó que solo era cambiar la batería de su vehículo. Al hablar con esta decepcionada propietaria dice que jamás volverá a llevar su carro a la concesionaria y que está dispuesta a dar este testimonio y a demostrar donde sea necesario que esto acaba de ocurrirle en la ciudad de Medellín en una muy seria empresa automotriz de la capital paisa. ¿Habrá quien se le mida a buscar que una norma proteja a los propietarios de vehículos que sin usar la concesionaria puedan hacer valer su garantía? ¿Permitirán estas algún día que los propietarios puedan ver que les hacen a sus vehículos y porque los costos de esas revisiones?, amanecerá y veremos, dijo el invidente.
