Por: Fabio Humberto Rivera
Actuaciones como las del muy charlatán presidente del Congreso Armando Benedetti, le quitan solidez a los acercamientos iniciados entre los gobiernos de Santos y Chávez.
Su afán protagónico desborda en irresponsabilidad, pasando por encima de las personas encargadas de las relaciones exteriores, que por lo demás lo están haciendo muy bien, su falta de prudencia pone en la esfera de debate el tema de apoyo de los americanos a las bases colombianas como un punto de negociación, cuando ya había quedado muy claro en la reunión de los dos mandatarios el compromiso deno intervención en los asuntos internos de cada país.
Con Chávez se sabe cuando inician las conversaciones pero es impredecible saber cómo y cuándo concluyen, esto exige de nosotros un respaldo a quienes tienen que sacar adelante este proceso evitando que personas, por importantes que sean, pongan en riesgo las frágiles relaciones de dos países hermanos como Colombia y Venezuela.
Prudencia es lo que esperamos de las personas que ostentan altas dignidades en el País.