Diego Calle

Por: Diego Calle Pérez

Se provoca con un mal chiste, se provoca con un comentario, se provoca una columna con el tema político de la semana, se provoca a un adversario con la ironía y el sarcasmo, se provoca con datos estadísticos, se provoca con el derecho de petición consagrado en la Constitución Política Nacional.

Hay varios columnistas que provocan replicas a sus temas semanales. Colombia tiene temas variados que provocan tristeza, llanto y sonrisas. Hay humor para todo. Existen las colombianas. Hay temas en el senado que provocan la desesperanza, algunos señores que representan el modo de pensar de su región, provocan impotencia ante tanta ignorancia, combinada con soberbia. Hay concejales provocadores firmando acuerdos sin consultar a sus más inmediatos electores. Hay alcaldes que se les olvidan sus promesas de campaña. Hay diputados que provocan dolor de departamento y de sentido común. Existen pruebas de meritocracia que dan ganas de sentarse a renegar de la suerte que le toca al ciudadano que aspira y desespera.  Hay situaciones que presentan en los noticieros que provocan no volver a ver lo que acontece y sucede no solo en el país, en el continente y en el hemisferio del siglo XXI.

Provoca la entrevista del funcionario que declara sin sonrojarse su honestidad y a los días sale un informe de la procuraduría o la contraloría, entre lo que el juez y el fiscal de turno decidan detenerlo. Provocan las declaraciones de los directorios políticos nacionales para otorgar un aval. Provocan sonrisas los miles de chanchullos que se reinventan en las contrataciones y licitaciones. Provocan las declaraciones de los negociadores de paz entre las farc y los comisionados del gobierno.

Provocan las disertaciones de Fernando Vallejo, porque en un país que no suele leer y ciegos por naturaleza,  el tuerto es un rey. Provocan las columnas semanales de Antonio Caballero, aunque repita lo mismo desde hace treinta años que fundaron la revista de la bufonería. Provocan los noticieros de radio, aunque sepamos que cada uno hace campaña para la publicidad que factura el mes. Provocan las declaraciones de Paloma Valencia y las frases que con mucha seriedad plantea José Obdulio Gaviria. Provocan los chistes finos de Alfonso Gómez Méndez. Provocan los comentarios de Eduardo Verano de la Rosa acerca de las regiones de Colombia. Hablemos de Provincias autónomas y Urabá que sea el próximo departamento de Colombia.

Provocan los ministros con sus paseos haciendo campaña y no asumiendo con responsabilidad el plan de gobierno de la Colombia más educada. Provocan los impuestos de la DIAN y las estadísticas del DANE. Provocan cada día las editoriales de los periódicos nacionales, que se han convertido en locales y muy parroquiales en la Colombia donde impera más el sentido de pertenencia de ser del municipio y no de la región. Provocan los columnistas que elucubramos buscando un lector desapercibido que nos tilde o nos insinué más temas para provocar a otros columnistas.