El del representante a la Cámara por el Partido Centro Democrático, Hernán Cadavid, es un excelente Proyecto de Ley que puede disuadir a los injuriadores y calumniadores de que se traguen las palabras infames, si no quieren verse obligados a meterse la mano al bolsillo y pagar más de 16 millones de pesos por deshonrar a otras personas, sin misericordia, como suelen muchos hacerlo impunemente.
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Es que es infame que senadores, representantes, diputados, concejales, presidentes, expresidentes, gobernadores y alcaldes se atrevan desvergonzada y descaradamente a inventar ofensas, con el interés de dañar la imagen personal, profesional y política del otro y obtener réditos políticos de sus propias hordas de seguidores que aplauden la ofensa y la repiten con peores insultos.
Tampoco se quedan atrás opinadores, periodistas y directores de medios de comunicación, quienes amparados en la libertad de prensa, mienten, desinforman, deshonran y manipulan.
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Como no es suficiente el inciso del artículo 20 de la Constitución que obliga a informar veraz e imparcialmente, y no son realmente disuasivos los artículos 220 a 225 del Código Penal sobre los Delitos contra la Integridad Moral, y como la retractación es una burla a la justicia y una nueva oportunidad para reforzar la injuria y la calumnia, bienvenida sea la sanción económica a los infames, porque esa, con seguridad, sí les va a doler y, por tanto, sí los va a persuadir de ser tan miserables.
Hernán Cadavid afirma que la sanción no va en favor de la persona afectada, porque se estaría configurando una especie de pena. Pero sí va en favor del Estado colombiano, pues el resultado económico de la sanción será destinado a enfrentar la crisis carcelaria, en los términos que disponga el Código Penal y Carcelario.
