Por: Diego Calle Pérez.
Es un tema difícil de tratar. La bibliografía es abundante. Se tienen muchos referentes. Actualmente hay especialistas, se enseña en maestría y doctorados de geografía, sociología y antropología. Algunos conocedores tratan el contenido desde muchas perspectivas. Colombia ha tenido entre sus más destacados tratadistas a Orlando Fals Borda, Alfredo Molano, por nombrar los que abrieron la brecha. Al hablar de reforma tributaria, se puede pensar, mermando el número de municipios, se podría reducir la carga presupuestal del estado.
En Colombia urge un reordenamiento territorial. Urge un nuevo enfoque de las prioridades a nivel de producción agrícola, no una reforma agrícola, como lo quieren tergiversar. En Colombia se deben de categorizar los municipios con nuevos parámetros de población, educación, salud y vivienda. Al plantear una nueva categorización, hacemos referencia, incluso que muchos municipios tendrían que pasar a llamarse corregimiento. Si desaparece el municipio, no se tendría alcalde, concejales y se pierde el número de diputados.
Haga la cuenta amigo lector, si se hace un reordenamiento territorial en los departamentos de: Antioquia, Boyacá y Cundinamarca, cuántos municipios podrían convertirse en corregimientos y depender de otro con mayor número de habitantes con necesidades básicas por cumplir. Si hablan de tantos representantes a la cámara y senadores, es fácil, se merman el número de municipios y se acaba con tanto turista en el capitolio nacional.
Si se hace un reordenamiento territorial, se acaba con tanto municipio de sexta categoría, donde se gastan, anualmente hasta 16 mil millones al año en pintar las mismas escuelas veredales, hacer fiestas patronales, pagar nómina de contratistas y secretarios de despacho con sus respectivas cuentas de cobro de apoyo, todos esos recursos se podrían destinar en obras de mayor beneficio dentro del mismo corregimiento y otras poblaciones vecinas.
El tema es polémico, suena irónico, algunos diputados lo conocen, en el capitolio nacional, le huyen al tema del reordenamiento territorial, hay un presupuesto perdido y no saben cómo justificarlo, hay normas y leyes que se pueden modificar, no hay una voluntad de cambio, nadie va querer perder su cupo en la Cámara de representantes. Todo lo contrario, la propuesta es buscar más recursos para que lleguen a los municipios, con el propósito de hacer contratos, conservar concejales, nombrar el alcalde que más le convenga y seguir hablando de reordenamiento territorial mientras se siga en el capitolio nacional. Reordenamiento Territorial una manera de cuadrar la caja menor del presupuesto nacional.