Edwin Franco

Por: Edwin Alejandro Franco Santamaría

Antes era un héroe, hoy es un villano. Estos son los extremos pendulares en los que se mueve un personaje público que funge como entrenador de una selección de fútbol de un país frente a la maleable e impredecible opinión de quienes son aficionados al fútbol y también, en menor medida, de quienes no lo son.

José Néstor Pékerman, fue el técnico argentino por el que la dirigencia del fútbol colombiano se decidió después de un largo ayuno en los mundiales y en el que los técnicos nacionales eran la constante en el manejo de la selección.   Se optó pues por un estratega extranjero que le diera nuevos aires al equipo pero, por sobre todo, que lo clasificara al mundial de Brasil 2014.  Y así fue, estaba comenzando la eliminatoria pasada y ese craso error que se había cometido nombrando a Leonel Alvarez rápido se enmendó con la oportuna y atinada decisión de conseguir un técnico como Pékerman.

Quedamos de segundos en esa eliminatoria, se clasificó al mundial después de 16 años sin ir a ninguno, se llegó a cuartos de final, James Rodríguez fue el goleador y metió el mejor gol del certamen, durante varios meses estuvo la selección en los primeros lugares del escalafón Fifa, y todo esto se consiguió con sobrados méritos:   excelentes jugadores, un fútbol exquisito y efectivo y unas buenas estrategias del cuerpo técnico.

Pero esto ha quedado en el olvido en un país tan dado a la amnesia colectiva y a la ingratitud, ambos son defectos recurrentes en la sociedad colombiana.   Después de una modesta actuación en la Copa América 2015, llevada a cabo en Chile y de un comienzo más bien regular en las eliminatorias para clasificar al mundial de Rusia 2018 (de 12 puntos disputados, sólo se consiguieron 4:   los 3 de local contra Perú y uno muy valioso en Chile; se dejaron de sumar 3 contra Argentina de locales y se perdió con Uruguay, en condición de visitantes), porque hay que aceptar ambas cosas, todo el mundo anda hablando mal del técnico Pékerman y pidiendo que lo retiren del cargo.   Desde comentaristas que dudaban de la continuidad del técnico si no se le ganaba a Argentina hasta ex jugadores de la selección, como Faustino Asprilla, que dicen que el técnico no termina la eliminatoria, si se tiene en cuenta que por similar resultado contra Argentina en la eliminatoria pasada, Leonel Alvarez fue retirado del cargo de director técnico de la selección.   Hay quienes dicen que debe volverse a un técnico nacional.

Hablar mal y criticar es muy fácil y el número de personas que acostumbran hacerlo es bastante alto, no debe opinarse, o por lo menos hacerlo con cautela, cuando no se conoce a fondo una situación.   El nivel de fútbol que exhibe la selección por estos días no responde a un capricho ni a un querer voluntario del cuerpo técnico, son varios los factores que influyen en ese nivel que hemos visto en los últimos partidos, siendo el principal el que muchos de los jugadores que han sido titulares ya no están y otros no han tenido continuidad.   Mario Alberto Yepes y Farid Mondragón, veteranos de mil batallas y líderes indiscutibles, ya no están; de los que jugaron la eliminatoria pasada y el mundial como Amaranto Perea, Camilo Zúñiga, Pablo Armero, Abel Aguilar y el gran Radamel Falcao García, cuyos goles fueron vitales para la clasificación a Brasil 2104, están lesionados o no han vuelto a jugar en sus respectivos clubes, lo que ha implicado que después del mundial el técnico haya tenido que llamar a 22 nuevos jugadores en un entendible proceso de reemplazo y renovación de jugadores.

Penoso, triste e inaceptable el episodio en Barranquilla en el que unos intolerantes e insaciables del fútbol insultaron y casi agreden al ex portero de la selección, Farid Mondragón, por este defender  a sus ex compañeros.   Desafortunadamente, cometarios como los de Francisco Maturana sobre James Rodríguez en el partido que jugó contra Chile, no malos per se, quien se ha caracterizado por ser un caballero a carta cabal y muy ponderado en los juicios que emite, terminan aupando esta clase de episodios en contra del equipo, aunque aclaro que Maturana para mí seguirá siendo un caballero.

Al técnico y al equipo hay que darles un compás de espera, se lo merecen, lo mejor que ha hecho la selección en toda su historia se les debe a ellos y ahora los van a crucificar.  No prestarles mucha atención a algunos periodistas deportivos que cómodamente ven los partidos desde las graderías y ganan mucho dinero volviéndose polémicos y queriendo o no enardecen a la opinión para ponerse en contra del equipo y de quienes lo dirigen.

A los dirigentes de la Fedefútbol les digo que hagan oídos sordos a tanta crítica y no tomen una decisión equivocada y en el momento menos oportuno.  A los hinchas, que sé que no son todos, a que no sean mal agradecidos con quienes nos han dado alegrías y no olviden los triunfos de la selección.

A tener más memoria y más gratitud.