Fabio Humberto Rivera Rivera

El informe de la Contraloría sobre la salud en Medellín ratifica lo que hemos afirmado en los diferentes debates de control político a Metrosalud, a la Secretaría de Salud y al Servicio Seccional de Salud de Antioquia.

Son una demostración de las inmensas barreras que hoy tiene la salud en Colombia, los 502 pacientes que murieron esperando que el sistema les aprobara una cirugía, les habilitara una cama en un nivel de mayor complejidad o que les entregara a tiempo los medicamentos, que permanentemente se niegan por no estar incluidos en el POS, aunque la Corte Constitucional en reiteradas sentencias haya obligado a brindar toda la atención.

 

Hablando en coquito o explicando con plastilina, al Municipio de Medellín le corresponde brindar atención a un millón de personas pertenecientes a los niveles 1, 2 y 3 del Sisbén en el primer nivel de complejidad, es decir, le corresponde la consulta médica, los tratamientos médicos de la mayoría de enfermedades que pueden tratarse en la red de Metrosalud, la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, el laboratorio y los exámenes no especializados, el control prenatal, la atención del parto, entre otros, y a fe que lo hace bien, con algunas falencias que tendrán que corregirse.

 

La Secretaría de Salud tiene aseguradas 620 mil personas con entidades como Comfama, Saludvida y Comfenalco. A partir del primero de abril, con  Caprecom. Las otras 380 mil, se atienden en Metrosalud como vinculadas.

 

El problema comienza cuando a los pacientes se les ordena un examen costoso, medicamentos no POS, cirugías urgentes o electivas. Lo perverso del sistema aparece cuando el paciente requiere con urgencia un servicio en unidad de cuidados intensivos por un infarto, una falla cardíaca, un aneurisma, un accidente cerebro vascular y la E.P.S se demora en autorizar el procedimiento o los insumos que se requieren para la cirugía. Y como dice el refrán: “empieza Cristo a padecer”, si usted tiene que ir con la orden, al Servicio Seccional de Salud.

 

Hoy Metrosalud no tiene un convenio con el Servicio Seccional de Salud, para brindar atención de segundo nivel a los pacientes que consultando o encontrándose en sus servicios de urgencia o de hospitalización así lo requieran, lo que ha puesto en riesgo la salud y como lo afirmó la Contraloría, la vida de miles de pacientes.

 

Es muy común, más de lo que se dice encontrar, pacientes en los centros de salud y unidades hospitalarias requiriendo ser trasladados a un hospital con unidad de cuidados intensivos sin que aparezca la autorización para ello. Por supuesto que cuando el paciente entra al hospital con servicios de segundo y tercer nivel, es atendido con alta calidad. La dificultad está en cómo llegar, en cómo ser aceptado, en cómo lograr que la remisión sea acatada por la E.P.S y/o por el Servicio Seccional de Salud.

 

¿Falta eficiencia y gestión de la Secretaría de Salud y de Metrosalud? ¿Hay irresponsabilidad de la Dirección Seccional de Salud de Antioquia? ¿Ha perdido sensibilidad y humanismo la parte administrativa de las clínicas? ¿Se da sólo interés económico por parte de las E.P.S? ¿Fracasó la ley 100? ¿Le quedó grande el Ministerio al doctor Palacio y a su equipo inmediato? ¿Se corresponde con la calidad que se requiere la Unidad de Capacitación Subsidiada?¿El Congreso ha    enterrado la cabeza como el avestruz?

 

En Medellín no faltan camas aparecen cuando se tiene claro quién paga.