El congresista antioqueño espera que la Federación Nacional de Cafeteros esté atenta al cumplimiento de la meta de pasar de 12,5 millones de sacos anuales a 17 millones en 2014, para atender las crecientes demandas. Flórez Vélez recuerda la excelente tendencia mundial de crecimiento del consumo que se ha tenido en la última década. La demanda pasó de 114 millones de sacos en 2000 a 134 el año anterior. Por eso recalca que “tenemos una excepcional oportunidad a la cual los caficultores tienen qué responder con una mayor producción, manteniendo altos estándares de calidad”.
Sin embargo, el Representante es conciente de las dificultades por las que han tenido que atravesar los caficultores colombianos, quienes en el primer trimestre de este año sufrieron una disminución de las ventas del grano del 21 %, comparado con el mismo período del año anterior, al pasar de 4.041.000 sacos de 60 kilos exportados, a 3.178.000 sacos. Lo anterior implicaría, según la Federación Nacional de Cafeteros, importar café para satisfacer el consumo interno.
La situación -explica el ex alcalde de Medellín, Omar Flórez Vélez- se debe a varios factores, como el paro camionero registrado en abril, que afectó la llegada de café a los diferentes puertos, al severo invierno y al proceso de renovación de cultivos, que ha dejado sin producir del 25 al 30% del total de cafetales.
No obstante y por fortuna, los ingresos de los cafeteros muestran positivos comportamientos, pues de precios internos promedio de 540 mil pesos por carga durante el año pasado, se pasa a un millón de pesos.
El mercado internacional es muy positivo: Entre 2002 y 2004 el precio del café estuvo a 70 centavos de dólar la libra. Desde 2005 hasta mayo de 2008 fluctuó alrededor de 1,30 dólares. A mediados del año pasado subió hasta 1,70. Hoy se cotiza a 2,22 dólares, lo cual ha llevado a que tanto el Gobierno como la Federación aumentaran tanto los precios de compra como el ingreso garantizado para la cosecha.
La calidad del café ha sido la clave para el éxito de Colombia. Actualmente 2,6 millones de sacos son exportados con valor agregado, de los cuales más de un millón son cafés gourmets. Eso se traduce en que la prima que se paga por la calidad del Café de Colombia está en los niveles más altos de los últimos diez años: 16 centavos de dólar más por libra que los otros suaves, 30% más que el brasileño.
Es así como en la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes, el ex alcalde de Medellín, deja constancia de la buena gestión de la Federación Nacional de Cafeteros. Asegura que mientras en Brasil al caficultor le llega el 80% de lo que se paga por cada libra, en Colombia recibe el 95% . Esta buena retribución, unida a la saludable coyuntura de precios debe servir para fortalecer y acelerar la agenda de trabajo que se ha trazado el Gremio con el fin de hacer más competitivas y prósperas a más de 500 mil familias campesinas que viven del café en Colombia.