El alcalde de Envigado, Braulio Espinosa Márquez, está muy preocupado con esta tercera ola de contagios, ocupación de camas en Unidades de Cuidados Intensivos -UCI- y muertos. Tanto, que ha sido un defensor de la reactivación económica, pero hoy pone en la balanza el peso que representan la salud y la vida para sus gobernados.
“Quiero mencionarles las cifras tan preocupantes por las que está hoy atravesando nuestro hospital Manuel Uribe Ángel: en camas de cuidados intensivos tenemos una ocupación al día de hoy del 100% (…) En camas de unidades de cuidados especiales, también tenemos el 100% de la ocupación (…) En la unidad de cuidados respiratorios, que es una estrategia del Manuel Uribe Ángel con 15 camas adicionales, al día de hoy tenemos esas 15 camas 100% ocupadas (…) En hospitalización general llegamos ya al 100% de la ocupación de estas camas, aclarando que en la última semana hemos logrado aumentar la capacidad en 25 camas nuevas”, explicó el Alcalde.
Braulio Espinosa agregó que hay seis pacientes esperando sendas camas UCI, 14 pacientes con complicaciones respiratorias esperando una cama de hospitalización general y otros 13 pacientes esperando en urgencias, por otras dolencias distintas al COVID-19.
“Al día de hoy tenemos la alarmante cifra de 632 casos activos de COVID-19 y, lamentablemente, para que la comunidad entienda la gravedad de este tema, han perdido la vida 290 ciudadanos”, expresó Braulio Espinosa.
Sin embargo, el Alcalde de Envigado está satisfecho con el ritmo de vacunación, el cual va en un 92.6% de cumplimiento del Plan: de 16.169 dosis recibidas, se han aplicado 14.985.
Brsulio Espinosa informó que la situación es tan preocupante que los alcaldes del Sur del Valle de Aburrá le pedirán al gobernador Luis Fernando Suárez que los atienda este domingo, 4 de abril, a las 9:00 de la mañana para analizar la situación.
“Porque nunca habíamos superado el 70 o el 80% de ocupación en camas UCI”, sentenció Espinosa Márquez.
El Alcalde de Envigado pidió a la ciudadanía ser consciente del papel que juega su compromiso con la disciplina y la responsabilidad en contener el contagio, las muertes y, en consecuencia, evitar medidas estrictas que afectan la economía.