Hace 15 días nació en el municipio de Fredonia, suroeste de Antioquia, el Centro Mundial Mariano de Marsella, una organización que propagará la fe hacia la Virgen María.

 

Alfredo Arrubla Ossa, Representante Legal del Centro, dijo a SINERGIA INFORMATIVA que para tener un mundo mejor hay que alimentar diariamente la espiritualidad.  

 

 

 

Con el Centro Mundial Mariano de Marsella, que está ubicado a 10 kilómetros del casco urbano de Fredonia, por vía pavimentada y a 60 kilómetros de Medellín, se pretende buscar la paz, recuperar la fe mariana, tranquilizar el espíritu y respetar las diferentes formas de pensar.

 

Comentario sobre un país con Presidente Católico

 

Por: Lola Salcedo Castañeda

 

SEGÚN LA CONSTITUCIÓN DE 1991 Colombia es un país laico, multicultural y multiétnico donde existe libertad de culto y práctica política, derecho a la diversidad y a la diferencia.

 

Sin embargo, ni en tiempos de Doña Soledad Román de Núñez se boleaba tanta camándula ni se atribuía a la acción divina tanto; tal parece que el Presidente Uribe fuera su rediviva encarnación recitando jaculatorias y alabados frente a las cámaras de televisión. La tapa fue verlo arrodillado en puro suelo, mientras el cardenal prefería el reclinatorio, lo mismo que el presidente de la Corte Suprema de Justicia.

 

El señor Uribe Vélez tiene el derecho inalienable de creer y practicar la fe que considera verdadera, en público y en privado, pero el Presidente Uribe Vélez no puede hacerlo en público. Contradice como jefe de Estado el espíritu de la Carta Magna y causa molestia espiritual y ciudadana en quienes haciendo uso de sus derechos constitucionales atienden otros cultos. Los hace sentir en condición de inferioridad y se perciben como ciudadanos de segunda clase, que no recibirán la misma atención y respeto que los de la religión del señor presidente.

 

Si en 1991 decidimos que no éramos más el país del Sagrado Corazón y que fuese cual fuere nuestra religión, todos éramos iguales a los ojos del Estado, ¿por qué sólo los patriarcas de la Iglesia Católica son remillón de todo sancocho oficial e intermediarios del gobierno en asuntos tan delicados como la búsqueda de la paz? Están quedando por fuera los superiores y dignatarios de otras religiones, con igual o hasta mejor capacidad para esos menesteres. No digo que rechazo las intervenciones de los jerarcas católicos, anoto que no pueden ser los únicos en la movida, porque es excluyente.