Por: Luis Pérez Gutiérrez

Entre 17 y 27 años, Colombia tiene 8.832.000 jóvenes. Desde siempre, el 75% de los bachilleres NO continúan estudios ni en educación superior y ni en ningún otro tipo de educación adicional. En nuestra sociedad, 6.5 millones de jóvenes quedan a la deriva, sin educación, de por vida.

El desempleo agobiante, los bajos salarios, la informalidad laboral, los jóvenes en la violencia, la baja productividad del país, son cánceres de la mala y poca educación. Colombia necesita en educación pasar de la proclamación a la acción.

 

Escuché de Juan Manuel Santos la propuesta más revolucionaria que se haya ofrecido en Colombia. Dice.

Todos los 300.000 bachilleres de cada año irán a la educación superior si lo desean. El Gobierno entregará becas crédito a los bachilleres para que se matriculen a la universidad que escojan y, además, el crédito contiene dinero adicional para manutención y transporte.

Para los de menores ingresos, no habrá interés en el préstamo, será, cero interés. No se necesitará fiador, el fiador es el diploma. A los padres les da miedo servir de fiador a los hijos porque les rematan su casita.

Y, además, solo empezaran a pagar la deuda cuando inicien alguna actividad laboral. Si no empiecen a trabajar aplazan su pago. Y de paso, Santos creará un banco de préstamos para la innovación con el fin de que los profesionales monten su negocio de carácter tecnológico o innovat

Los que quieran trabajar a temprana edad y no quieran ir a la Universidad, se podran matricular en el nuevo “Bachillerato para el Trabajo”. Habrá nuevas instituciones públicas y privadas para que los grados 10 y 11 sean SOLO para aprender un oficio de excelente calidad. La reforma a la educación será la más impactante y revolucionaria que se ha propuesto.

Asi como se gastan millones de dólares en una obra de infraestructura física, llegó la hora de invertir sumas similares en la mejor obra para la juventud colombiana: la educación.

Colombia volverá a soñar con la Educación. Aumentará la productividad. Disminuirá el desempleo. Los jóvenes no serán más carne de cañón para la violencia. La innovación y la educación se pondrán de moda. El país se encauzará por los caminos de la productividad. En fin, los profesionales empresarios serán los nuevos líderes nacionales.

La palabra más cercana a revolución es educación. Todos los colombianos deberíamos estudiar a fondo esta propuesta educativa revolucionaria de Santos para hacerla realidad.